1. Punto de partida
Tan sólo han transcurrido cuatro años de que viera la luz mi último libro de márketing y hemos entrado en un nuevo siglo, en un nuevo milenio y sobre todo en una dinámica empresarial muy cambiante, donde la gestión de la información será uno de los recursos más valiosos del siglo XXI.
El mercado está teniendo una importante evolución no sólo por el protagonismo que el cliente ha adquirido en estos últimos tiempos, sino que la irrupción de Internet y nuevas tecnologías en el mundo económico han suscitado la necesidad de crear una nueva visión estratégica que hasta la fecha es difícil poder predecir su alcance final y consecuencias. De lo que sí debemos estar seguros es de que nos encontramos ante unos hechos equiparables en la historia a la revolución industrial, descubrimiento de la rueda.
Los consumidores han tomado el relevo a la producción, ya que en la actualidad son los verdaderos artífices del interés de las empresas, lo que conlleva un cambio radical en la filosofía del márketing. Algunos autores nos han venido diciendo, en este último año, que iniciamos una nueva etapa donde se pone punto final al márketing tradicional que conocemos, e iniciamos una nueva andadura con la implementación de un nuevo márketing.
La realidad nos indica que la forma correcta de actuación en las compañías pasa por transformar y adoptar las diferentes variables y estrategias a las demandas actuales del mercado, ya que él ha sido quien realmente ha adquirido el derecho a reclamar una nueva manera de actuar tanto de la empresa como de los organismos públicos, en los que se tome conciencia de la importancia del consumidor, se preocupen de conocerle, entenderle y así poderle dar las respuestas precisas a las necesidades que manifieste.
Para ello se debe entender el márketing como un concepto empresarial más global, donde todos los demás departamentos se impregnen de su filosofía y saber hacer, no se tiene que olvidar en ningún momento que la verdadera razón de ser de la empresa es la entera satisfacción del cliente, lo que conlleva al éxito.
Pero para retomar nuestro punto de partida, hemos de ser conscientes de que la penetración de las nuevas tecnologías en todas las áreas de la organización empresarial está otorgando al márketing un importante papel como hilo conductor de toda la información del negocio y principal herramienta para adecuar los productos, procesos y ventas a los gustos y necesidades del cliente.