La clave del éxito en un negocio on-line no está solo en la calidad de los productos que vende sino que va mucho más allá. Una empresa necesita captar nuevos clientes, mostrar los productos o servicios que ofrece, fidelizar a los clientes y solucionar las dudas que puedan surgir. Eso se consigue a través del marketing de contenidos (o content marketing), de vital importancia si se quiere que el negocio crezca y se mantenga en los primeros puestos.

Esta cuestión es especialmente necesaria en el caso de los negocios on-line, ya que con solo vender un determinado producto no se van a colocar por sí solos en los primeros puestos de los buscadores de internet, deben aportar un valor añadido que pueda interesar a potenciales clientes para así mantenerse en la brecha. Muchos negocios dejan de lado este aspecto, bien porque no cuentan con un presupuesto adecuado para la estrategia de content marketing, o bien porque no utilizan las técnicas más adecuadas para la adquisición y conservación del tráfico de visitas.

Pero el marketing de contenidos no es solo un trabajo en las redes sociales, sino que se puede realizar de muchas maneras: desde la creación de una newsletter, hasta la grabación de un tutorial de utilización del producto en cuestión, pasando por la impresión de una revista en papel o la organización a través del correo electrónico de un curso gratuito. Cualquier idea es buena para dar ese valor añadido, y los clientes lo valorarán como algo original, especial, que capta su atención y que les enseña algo más que una simple página web.

Por eso, es aconsejable crear contenido propio. El trabajo en las redes sociales y en la red no es solo compartir noticias y opiniones de otros blogs que estén relacionados con la marca, sino que se necesita cierta creatividad y originalidad en las redes y en la propia web. El objetivo es claro: captar la atención del cliente por los productos que ofrecemos, conseguir que interactúe con la marca, mejorar la reputación on-line y fidelizar al cliente. A esto se puede añadir un valor más importante todavía: solucionar los problemas y dudas que puedan surgir al cliente tras haber finalizado la compra o incluso antes de realizarla.

Y es que la relación empresa-cliente es clave para una buena reputación, para la imagen de marca que se esté estableciendo poco a poco o para mantenerla en una positiva posición. Así que no hay que olvidarse del marketing de contenidos, ya que el contenido puede ayudar a que un negocio crezca.

Ana Lacasa Martínez
Redactora en la web Todostartups.com