La comunicación interna, herramienta estratégica de la empresa en el siglo XXI
- 20 April, 2012
- Editorial
En la actualidad, con un mercado golpeado por la crisis y con una huelga que no sabemos si obedece a motivos laborales, políticos o estratégicos, el equipo humano debe encontrar en la comunicación interna de su empresa soluciones, o al menos elementos de reflexión constructiva y positiva de la situación real que atraviesa. La política de transparencia seguida por las compañías debe reflejar, ante todo, la verdad de la situación empresarial y las posibles incidencias de una decisión errónea.
Cuántas veces nos informamos por los medios de comunicación de diferentes supuestos como que nuestra empresa está atravesando una importante crisis económica, que se va a llevar a cabo un recorte de plantilla o que corre el rumor de que la compañía está inmersa en un importante proceso de fusión, sin que la empresa haga uso de los muchos beneficios que reporta una buena comunicación interna.
Estoy convencido de que las empresas son un fiel reflejo de lo que es su equipo humano. Por ello, ha llegado el momento de pasar a la acción; es un error pensar que la comunicación interna es “un lujo” y algo exclusivo de las grandes empresas, de ahí que sea uno de los grandes retos profesionales del siglo XXI.
Muchas empresas ignoran que para ser competitivas y enfrentarse con éxito al cambio que nos empuja inexorablemente el mercado, han de saber motivar a su equipo humano, retener el talento e inculcarle una verdadera cultura corporativa.
Por ello, he considerado conveniente indicar las posibles áreas de mejora que toda empresa debe aplicar en su estrategia corporativa interna, máxime en estos momentos tan necesitados de una gestión transparente y reflexiva:
- Mantener el rumor fuera de nuestros canales de comunicación.
- Las compañías deben facilitar la mejor información empresarial, máxime en los momentos que atraviesan en la actualidad.
- La fluidez de la comunicación en ambos sentidos debe ser ágil y positiva.
- Se deben utilizar el mayor húmero de herramientas posibles, potenciando las nuevas tecnologías.
- No se deben permitir departamentos “aislados” aunque su permanencia en la compañía sea esporádica. Hablamos principalmente de los equipos de venta.
- La responsabilidad social corporativa debe dejar de ser pura teoría y convertirse en una herramienta motivadora del equipo.
- Etc.
Y no quisiera finalizar sin comentar que el objetivo que hoy persigue toda empresa de vender lo más posible no se verá cumplido si olvidamos el verdadero elevator pitch diferenciador de las compañías: un equipo humano motivado.