• Fue BQ la marca que colocó a nuestro país en el punto de vista del mercado.
• Dicho mercado es uno de los más competitivos y cerrados.

Antes del nacimiento de BQ era imposible encontrar en el mercado telefonía que tuviera como origen nuestro país, ya que las empresas tecnológicas no se atrevían a lanzar un producto en un sector del mercado tan competitivo y voraz.

Fue BQ la primera que colocó a nuestro país en el punto de mira del mercado, no solo a nivel de producción sino también en la mente de los consumidores, que se encontraron con un producto de calidad, barato y con buenas prestaciones. Esto abrió los ojos a otros muchos, que vieron en esto un nicho de negocio. Sin embargo todo tiene matices, pues marcas como BQ o Energy Sistem realizan la fabricación de sus terminales en China. Lo que queda en nuestro país son los diseños y las mentes pensantes.

Lo que nosotros conocemos como móvil de origen español se realiza bajo unos parámetros concretos. Lo primero es la pantalla, que debe tener por regla general con un tamaño no inferior a las 5 pulgadas. El precio debe ser competitivo, capaz de luchar contra las grandes marcas mundiales, es decir, no superior a los 250 euros. El sistema operativo es Android. No menos importante es la cámara, pues se trata de un componente en el que todas las grandes firmas parecen haber puesto su mirada. Estas deben tener no menos de 13 megapíxeles. Si juntamos todos estos factores, tenemos los principios fundamentales sobre los que sustentan los teléfonos made in Spain.

El precio sigue manteniéndose como uno de los principales atractivos para el gran público de nuestro país, pues los terminales low cost pueden llegar a mover hasta el 30% de la cuota de mercado. Así es como estos teléfonos han logrado su éxito, apostando por terminales competitivos a unos precios que difícilmente podemos encontrar en las grandes marcas. Si bien es cierto que firmas como Huawei o Samsung también cuentan con terminales para competir en esta franja de mercado.

Cabe destacar que el mercado de la telefonía móvil es uno de los más competitivos y complicados para las nuevas marcas. Es un mercado muy cerrado, en el que la buena imagen del producto puede condicionar de manera casi total el futuro de las ventas.

Fuente: foromarketing.com