13 - LONDRES. La «Big City», mezcla de culturas en estado puro
«No existe una mejor prueba del progreso de una civilización que la del progreso de la cooperación»
John Stuart Mill (1806-1873)
Filósofo y miembro del Parlamento
Británico
Desde el primer instante, me enamoré de la capital británica. Me fascinó al momento, aunque no fue hasta pasados los 38 años cuando hice mi primera visital, lo que es extraño teniendo en cuenta que se halla a menos de dos horas en avión desde donde vivo. La pasión por viajar ha estado siempre muy presente en mi vida y ahora que he conocido Londres, creo que tardé demasiado. No obstante, como dice la máxima: «nunca es tarde si la dicha es buena».
Era mi asignatura pendiente, aunque siempre supe que llegaría el momento. Al elegir las 6 ciudades en las que iba a organizar los eventos de networking internacional, no lo pensé, pero al encontrarme con un conflicto que dificultaba mi visado, decidí cambiar uno de los destinos elegidos por una de las capitales del mundo. De lo que ahora me alegro y mucho.
«Cuando un hombre está cansado de Londres, está cansado de la vida» Samuel Jackson |
Me puse en marcha: esa oportunidad llegó haciendo prospección de redes, eventos y clubs de referencias en el Reino Unido, y teniendo en cuenta que los británicos tienen el vocablo networking, son grandes especialistas en estructurar sus redes de contacto. Regularmente la oferta en eventos para generar contactos es muy amplia.
De esta forma pude conocer The Button Club, creado por Henry Northcrofth, con quien tuve ocasión de contactar mediante la red privada ASW – ASmallWorld, a la que solamente se accede mediante invitación. Fue a partir de una serie de circunstancias que llegamos a enlazar e incluso a colaborar en un futuro. Henry tiene muy determinada su manera de concebir el networking virtual y el marketing on-line como negocio. Es director y propietario de Exudo Networks y del prestigioso The Button Club. Sin embargo, no fue nada fácil conectar con el especialista sajón y tuve que dar un rodeo hasta llegar a conectarme con él.
Charly Vega, que sabía de mi interés por entrar en ASmallWorld, la red posiblemente más elitista del mundo, a la cual accedes únicamente mediante invitación, hizo las gestiones necesarias para que formaran parte de dicha red. Según nuestra estrategia sería más fácil acceder a una invitación a partir de algún contacto americano que no desde uno europeo. Las solicitudes desde Europa eran más complicadas y escasas. Puesto que, aun cuando ya eres miembro y una vez estás integrado, tienes restringida la posibilidad de invitar a otros hasta que el staff de la exclusiva red lo considere adecuado, de forma que te dan la opción de tener una serie de invitaciones limitadas al cabo de un tiempo, en función de tu actividad y los perfiles de tus amigos.
Con gran sorpresa, un buen día recibo un correo electrónico de mi querido amigo Charly desde la Argentina, se trata de la invitación para pertenecer a dicha red privada. Apresuradamente completo el formulario con los datos personales y profesionales necesarios para ingresar en esta red reservada para unos pocos. ¡La estrategia ha funcionado!
Como muchas redes virtuales, ASmallWorld dispone de buscadores por diferentes pará-metros. En este caso hay 3 categorías para los parámetros de búsqueda, que son:
- Encuentra miembros.
- Nuevos miembros.
- Miembros más conectados.
Me dedico a explorar en el buscador por diferentes criterios, en este caso me decido por el tercer criterio: los miembros con más contactos dentro de la red. También echo un vistazo a los miembros ubicados en mi área.
La mayoría de las personas más conectadas, es decir, con mayor número de contactos son hombres y la mujer con más conexiones es Kaja Wunder. Resuelvo empezar a echar un vistazo a su perfil. Después de revisarlo y ver su página web, advierto que organiza, junto con su socio Henry Northcroft, un evento llamado The Balls Blust en la capital inglesa. Es la ocasión perfecta para hacer networking internacional y visitar una de las capitales del mundo pendientes en mi agenda.
Le escribo un mensaje privado desde la red y rápidamente nos ponemos en contacto vía mensajería instantánea, en este caso por Skype. Me remite los enlaces necesarios para la reserva y me dice, haciendo gala de sus buenas dotes de conectora, que estará encantada de recibirme y que no me preocupe si asisto solo, ya que me presentará a algunos de los participantes. Continúo preparando mi viaje, con la prospección de los contactos y de ciertos nombres que me facilita Kaja, en este caso uno de ellos esencial, el de su socio Henry Northcroft.
Al contactar con Henry, le explico que tengo previsto visitar su ciudad. Convenimos reunirnos en su casa para dilucidar oportunidades de negocio y en ella me enseña su software para la gestión de eventos que ofrece a sus clientes y con el que gestiona los suyos propios. Acto seguido vamos a hacer el típico «brunch» británico.
Henry apunta:
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Son especialistas en organizar a lo largo del año fiestas espectaculares, con mucho glamour, inspiradas en fechas señaladas y con un público muy escogido. En la celebración de la fiesta The Balls Blust conozco a personas de antiguas colonias británicas (en este caso, la India) como Amita y Gina Chrysanthou, que son madre e hija, respectivamente, en busca de contactos. Gina es hija de padre griego y madre hindú, eso la hace ser una mezcla étnica atractiva. Acuden a la fiesta en busca de nuevas relaciones comerciales, ya que Gina es propietaria de una empresa organizadora de eventos y relaciones públicas. Entre ellos algunos de irrefutable prestigio como el certamen de belleza para mujeres hindús en el Reino Unido.
En el acontecimiento tienen un espacio, una sala cercana a la entrada, para inmortalizar el momento y hacerse fotos, con un soporte fotocol con el logotipo de The Button Club de fondo, donde Amita la madre de Gina, de personalidad abierta y muy expresiva, me presenta a una pareja de recién llegados a esta parte de la fiesta.
Desconozco si ya son viejos conocidos, pero intuyo que no es así. Acaban de conocerse y detecto rápidamente el carácter comunicador y espontáneo de Amita, que además tiene una capacidad innata para romper el hielo y presentarse. Éste es un hecho que para mí resulta genial, ya que yo soy novel en esta fiesta y evento social.
Me presenta a Holly Peterson. Ella es la responsable de buscar talentos para la multinacional Microsoft en las universidades de toda Europa y está acompañada por el director de Amazon en Europa. Son muy amables conmigo, Holly se sorprende al saber que soy español, ya que tiene previsto un viaje de negocios en breve, y me comenta que tiene programada una visita para una selección de ingenieros al cabo de unos meses en Barcelona. Nos intercambiamos las tarjetas y convenimos que cuando esté en la ciudad catalana nos reuniremos. Arreglo para hacerle de guía y mostrarle la ciudad en alguna ocasión.
En la búsqueda de conectores en Londres, para localizar un local donde organizar los eventos de 6º NetworkerClub, concretamente el LONDON «6 Degrees» Networking & Business, descubro en el grupo de Facebook Russian UK que se va a celebrar un evento durante los días de mi visita.
Esta vez lo organizan en Molton House y la mayoría de los participantes son rusos que viven en Inglaterra y algún inglés que busca contactos de negocio y también de tipo social. La cuestión es incrementar la red de contactos y pasar un buen rato.
Allí tengo la oportunidad de conocer a diferentes personas que buscan más relacionarse que tener negocios, pero sin renunciar a hacer contactos interesantes. Así es como conozco a Tatiana Phelps, relaciones públicas de origen ruso, de la ciudad de Penza ubicada a unos 700 km en el suroeste de Moscú. «Vivo donde me siento confortable y feliz, así que me quedé en Londres». Se dedica a conectar personas entre su país de origen y la ciudad donde ahora vive. Cuando le pregunto cómo definiría el networking, responde simple y tajante: «conexiones». Es una mujer exquisitamente educada y refinada y le parece muy interesante que al día siguiente organice mi primer evento en Londres, así que me responde que con toda seguridad asistirá al acto previsto y que aprovechará para invitar a personas de su círculo de amistades.
Al día siguiente Tatiana asiste a mi evento LONDON «6 Degrees» junto con Alexandra Sauber, a la que también conocí en el evento del día anterior. Ella es periodista rusa que vive en Londres. Desde el primer momento Alexandra, Alex para los amigos, es encantadora, elegante y de trato distinguido, una mujer lista y muy bien conectada. Además, posee una inteligencia de relación muy desarrollada debido a su formación y su carácter receptivo. Es natural de Moscú, pero vive hace muchos años en Londres, donde fue a cursar unos estudios y se quedó enamorada de la ciudad. Me comenta durante una comida: «Al principio fue muy duro, ya que no dominaba el idioma y tuve que estudiar muchas horas hasta sentirme segura y cómoda. Si no dominas el idioma, no suelen ponértelo fácil aquí y con una personalidad extrovertida como la mía puedes imaginarte. Ahora estoy totalmente integrada y me fascina esta ciudad por la cantidad infinita de oferta que brinda». Alexandra es una gran conectora que disfruta con las relaciones personales.
A la salida, aprovecho y pregunto por el director del club. Se presenta un hombre alto y, deduzco por sus facciones, del norte de Europa. Se llama Mikkel Kongerselev y es de origen danés. Tenemos un cambio de impresiones respecto al networking y sobre cómo le está dando visibilidad al local este tipo de eventos, especialmente en una franja horaria en la que suele estar vacío.
Comenta que es interesante porque la mayoría de las veces, grupos que se acoplan bien durante el encuentro se quedan a cenar, de manera que se refleja esos días en la recaudación. Le ofrezco mi tarjeta y, como por arte de magia, me facilita la suya. Le digo que me marcho, ya que tengo mi evento al día siguiente, pero que estaremos en contacto.
Precisamente organizamos el LONDON «6 Degrees» en un local llamado Divo Restaurant, propiedad de un ucraniano, situado cerca del famoso Picadilly Circus. Está decorado con motivos rusos y ucranianos, coincidencia sobresaliente al haber invitado durante la noche anterior a muchas personas procedentes de estos países.
Al regresar al hotel, hago mis deberes de seguimiento, me conecto y busco los perfiles de los asistentes al encuentro de esta noche para aprovechar y enviarles información de mi evento programado para el día siguiente. Me sorprendo al ver en los contactos del perfil de Tatiana en Facebook que es contacto directo de Igor Outkine.
Como buen fisonomista, me parece reconocer la fotografía de uno de sus contactos directos. Realizo un poco de seguimiento e investigación en el buscador de Google y, efectivamente, es el cantante de origen ruso que aparece en la película «Promesas del Este» protagonizada por Viggo Mortensen, Naomi Watts y Vincent Cassel. Rápidamente le envío una petición para ser su contacto directo, explicándole en una nota breve mi intención, si es posible, de conocerlo en mi siguiente visita.
Me responde muy amistosamente y me dice que estará encantado. Desde el primer instante tengo muy buenas vibraciones con Igor, es una persona muy próxima. Me explica su periplo hasta llegar a Inglaterra, instalarse, conocer a su actual pareja con quien, además, trabaja en algunos de sus espectáculos y un montón de anécdotas. Desde cuando tocaba en plena calle en la archiconocida Arbat de Moscú, una de las principales arterias de la capital rusa, que tuve oportunidad de visitar cuando cursaba mis estudios de verano en la capital moscovita, hasta aparecer en películas y pasar, incluso, animando en fiestas privadas de dudosa índole.
¡Ésta es una de las grandes ventajas que tiene el networking virtual, poniéndonos en contacto con personas a priori difíciles o imposibles de conectar! Haz la prueba: Escribe una lista de personas que sean interesantes para tu negocio y búscalas en diferentes redes virtuales e información de contacto en su web. |
Nacho Morais es un español que gracias a una beca vive desde hace años en la capital inglesa. Fue para cursar unos estudios y se quedó después de unos años. Trabaja en el sector financiero y es un asiduo a los encuentros afterwork principalmente de su sector, que son muchos en Londres. Le interesa el networking para relacionarse con otros al acabar la jornada, pese a estar más motivado para establecer contactos de tipo social.
Nacho me conecta con varios compatriotas empresarios. Aplicando el networking vamos a cenar al restaurante español Ibérica Food & Culture ubicado en Great Portland Street, propiedad de Javier Fernández, que cuenta con un experimentado chef con estrellas Michelín, Nacho Manzano, de Asturias.
«Desde Ibérica colaboramos estrechamente con la Oficina Española de Turismo en Londres y ayudamos a promover a través de noches especiales y eventos exclusivos lo mejor de la comida y la cultura nacional a partir de los productos y el vino y a través del arte y la literatura, permitiéndonos conectar con prontitud con nuestro nuevo público», comenta Javier. Es fantástico estar al tanto del local, ya que unas amistades nuevas de Rusia, que me presentaron en la fiesta social del club The Button, están interesados en aprender algo más sobre la cocina típica española, les conecto y reservan una mesa para una velada gastronómica.
Continuo la conversación con Nacho y asimilo un poco más su peculiar y mordaz humor, mientras me orienta sobre qué le ha funcionado en su nuevo país de acogida y me presenta a sus colegas expatriados que fueron un gran apoyo al principio para él.
Prospectando ubicación para mis eventos en Londres y buscando diferentes perfiles en la red, encontré mediante la red social Facebook a Neill George, organizador de eventos y fiestas para diferentes redes, como es el caso de Decayenne.
Neill es un superconector, conoce a infinidad de personas en Londres y es un tipo encantador que embelesa a todos y todas. Tiene contactos con muchos propietarios de negocios, clubs, restaurantes, pubs y discotecas. Sabe de la importancia de las relaciones y ha encontrado su método para rentabilizarlas organizando fiestas privadas de éxito patrocinadas por primeras marcas exclusivas de champán o joyería.
Cuando le expliqué a Neill mi intención de organizar unos eventos de networking profesional, le pareció una idea fantástica y velozmente se puso en marcha. A mi llegada había organizado una amplia agenda, con visitas a varios locales céntricos por la zona concurrida de la calle Bond. También invitó a Emmanuel Ray, un contacto suyo vinculado al mundo de la moda que organiza eventos para conectar personas vinculadas con todo lo relacionado con el mundo de la moda.
Gracias al libro Let’s connect de Jan Vermeiren descubrí, en el apartado sobre autoridades y bloggers en networking, el nombre de Gwen Rhys.
Efectuando prospección en Internet sobre ella, localicé sus diferentes páginas web. En sus datos de contacto tiene su IM, me animé a buscarla y también la encontré en Skype. Le escribí varios mensajes diciéndole que visitaría su ciudad y le pregunté si sería posible mantener una reunión y tener un cambio de impresiones. Ella respondió con celeridad y acordamos que me enviara los datos de contacto y ubicación para esta reunión.
Gwen organiza un evento anual con una condición y es que los asistentes solamente pueden ser mujeres. Convoca aproximadamente a 350 mujeres y organiza una jornada de puro networking. Ella es una catalizadora de negocios y facilitadora de contactos, focalizada en los negocios y de carácter muy pragmático, orientada a crear relaciones pero, sobre todo, negocios. De carácter amable y directo, amante de los viajes y de los buenos modales, me invita a su club privado, The Lansdown.
En un e-mail me facilita la dirección del club de negocios al que pertenece en el centro de Londres, ubicado en el corazón de Mayfair, con acceso privado y exclusivo para socios. Un club que ofrece todas las comodidades para generar encuentros en un ambiente agradable y acogedor.
Me llevo una sorpresa mientras conversamos cuando me pregunta cómo la he conocido. Gwen tiene un estilo muy directo. Le respondo que gracias a un libro sobre networking, en el que se la menciona en un apartado al final del libro entre los nombres interesantes en este boyante y creciente sector. Su cara de sorpresa la delata. «¡No sabía nada al respecto, pero me parece genial!»
Los padres y abuelos de Gwen son originales de Gales. Su abuelo materno era capitán marino y, aunque ella nunca le llegó a conocer, deduce que de ahí viene su amor por los viajes. Su padre era un gran networker, que disfrutaba encontrando nuevas personas y ampliando su círculo de amistades. Como dice ella, con una amplia sonrisa, «¡se puede decir lo mismo de mí!».
«Yo vivía en una pequeña ciudad de Gales, pero siempre había querido vivir en Londres. Me trasladé tan pronto como acabé mis estudios en la Universidad en el norte de Inglaterra», bromea diciendo: «Me fui todo lo lejos que pude de mi ciudad». Encontró un empleo en Londres y fijó su residencia.
A mi llegada a Londres contacto con Arun Singh, a quien conocí en el avión durante mi viaje a Dubai, ya que me había animado a llamarlo si visitaba su seductora ciudad. Se alegra de mi llamada y acordamos ir a cenar al día siguiente.
Arun es un fantástico anfitrión que conoce muy bien la oferta amplia y las muchas sugerencias que proporciona la Big City. Me recoge a la entrada de una estación de metro, punto de encuentro sencillo de localizar. Me pregunta si tengo alguna predilección y que si me parece bien me invitará a cenar a un prestigioso restaurante hindú. La propuesta me parece fantástica. Entonces, me dice que antes propone visitar varios locales y reunirnos con un amigo y cliente suyo natural de Singapur al que le une una gran amistad, llamado Jazz. Éste nos acompañará durante la cena.
Jazz es un conversador animado que prácticamente no respira para hablar, es como un huracán. Tomamos un aperitivo en el restaurante Zuma, en la zona de Knightsbridge. Ése, me comenta Jazz, es un lugar habitual para tomar unas copas y cenar en los reservados por parte de muchos jugadores del equipo del Chelsea. Inevitablemente hablamos del mejor jugador del mundo en ese momento, el portugués Cristiano Ronaldo, entonces jugador del Manchester United. Al momento, como cortesía, me explica que sale con una bella española. Le respondo que sí, que la conozco, y le pregunto: «¿Conoces la teoría de los 6 grados de separación?». Él sonríe, dice el nombre de la ya entonces ex-novia y me responde que ya le había comentado Arun mi habilidad para conectar personas, pero tiene sus dudas; le enseño la pantalla de mi Blackberry con el número personal de Nereida. Jazz hace un gesto de reverencia en clave de humor y los tres salimos del local en dirección al restaurante riendo a carcajadas.
Previamente, en los preparativos del viaje, escribo un e-mail a Rob Yeung, psicólogo y autor de 23 libros, entre ellos «The rules of networking», que ha colaborado en programas de televisión de la BBC, es psicólogo, coach y consultor para empresarios de primer nivel.
Le comento que compré su libro, que soy el fundador del primer club de neworking profesional español y que organizo eventos todos los meses, en esta ocasión puntual, en su localidad. También le menciono que me gustaría conocerlo en persona, invitarlo a venir al evento y, por supuesto, tener su libro dedicado para mí y algunos ejemplares más que ya tengo comprometidos, como el de Uli de Ibiza.
Contesta pronto y acordamos desayunar un día durante mi visita. Durante todo el tiempo, Rob toma notas en una libreta. Le digo que estoy escribiendo un libro acerca del networking y acto seguido apunta en su libreta. Me dice que me conectará con su editor y esa misma tarde, al revisar mi correo, tengo en la bandeja de entrada un correo en el de su editor. Rob está constantemente diseccionando, preguntando, analizando, etc. Es un hombre tranquilo y discreto, al tiempo que muy efectivo.
Esa noche, al salir tarde de varias reuniones, voy a cenar solo. Ha sido un día intenso. Me decido por un restaurante italiano. Quiero aprovechar para hacer unas llamadas y acostarme temprano. Es un restaurante discreto y pequeño, en el que sin querer escuchas las conversaciones de los vecinos de mesa.
Ric Hanna y su mujer están cenando y me escuchan hablar en español por el móvil. Es una pareja estadounidense, a mi parecer ya están retirados, deben de tener alrededor de los 60-65 años. El hombre se gira y me saluda.
- ¿Es usted español?, me pregunta.
- Sí, ¡correcto!, le respondo.
- Hablo un poquito su idioma, me dice sonriendo.
Les respondo en inglés y enseguida empezamos una conversación. Salimos del restaurante con una animada charla. Mi impresión es la de una pareja de mundo. ¡Correcto! Me sorprendo mucho cuando me entrega su tarjeta de negocios, Mr. Hanna trabaja en Oriente Próximo para la ONU (Naciones Unidas) en la agencia para los refugiados en Jordania. ¡Tiene muchas anécdotas que compartir!
Su mujer, en cambio, es bastante escéptica y reservada para comentar determinadas cosas, sin embargo, él se ríe y me habla abiertamente, sin ningún tipo de filtro, de muchas vivencias del pasado. Cuando le pido que nos hagamos una fotografía juntos, sonríe y le parece una idea estupenda. Les comento que estuve de visita en Dubai y se anima a explicarme diversas anécdotas, conoce detalladamente la región. Es un momento muy especial ya que Mr. Hanna podría estar hablando durante horas. Nos despedimos y prometo enviarles un ejemplar dedicado del libro que tienes en las manos.
Algunas conclusiones
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Técnicas (Tips)
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