Cuando hayas ido a un centro comercial, probablemente te hayas encontrado con esas tiendas temporales que venden productos que antes solamente encontrabas en internet. Esos negocios o tiendas islas son comúnmente conocidas como tiendas pop-up, debido a que un día pueden estar ahí y al otro no las encuentres por ningún otro lado.

Esta tendencia de e-commerce está relacionada con un nuevo modelo de negocio, que es ideal para pasar de vender on-line a vender off-line, sin tener que quedarte sin dinero por pagar rentas, inventarios, personal, etc.

Su enfoque está basado completamente en que el cliente pueda conocer un producto que probablemente ha visualizado en su pantalla, pero que no ha comprado porque no tiene la suficiente confianza en el comercio electrónico. Su principal objetivo es dejar una impresión ante los clientes potenciales de una marca, comunicando una promesa de venta a través de un entorno físico, único, creativo y quizá hasta poco convencional.

Dentro de los beneficios de tener una tienda pop-up como complemento de una tienda on-line, se encuentran:

• Ahorro en costes. Es una forma “económica” de explorar tu mercado local, evitando contratos de locales a largo plazo, compra de inventario y gastos fijos relacionados con la apertura de un negocio local.
• Conocimiento físico del producto. Uno de los principales problemas de vender on-line es que el cliente no puede conocer físicamente el producto. Esta es una excelente manera de eliminar ese obstáculo en la venta de tus productos en línea, ya que el cliente podrá interactuar con tus productos para posteriormente adquirirlos on-line.
• Impulsar al cliente a comprar. Si es el primer acercamiento que el cliente tiene con tu marca, y demuestra interés en tus productos, puedes generarle un sentimiento de urgencia al tener un negocio por “tiempo limitado”. Puedes comercializar productos edición limitada, o para eventos especiales próximos, que hagan que el cliente, aparte de querer comprar en tu tienda on-line, adquiera algún producto en este espacio.
• Aprovechamiento de festividades. Puedes programar la implementación de tu tienda pop-up en una fecha cercana a alguna celebración. Por ejemplo, “en días próximos estaremos celebrando el día del padre”, así que si tienes productos que consideres que son excelentes regalos para ellos, puedes implementar una tienda pop-up y venderlos. La tienda puede estar creada exclusivamente para esta celebración.

Una tienda pop-up básicamente tiene tres metas primordiales:

• Generar ganancias para la marca.
• Posicionar la marca en un nuevo mercado.
• Generar compromiso con clientes actuales.

Si consideras que puede ser una buena opción para tu marca, puedes buscar una guía gratuita para crear tiendas pop-up, que se adapte a tus necesidades de negocio, en donde paso a paso podrás visualizar cuáles son las acciones que debes llevar a cabo para tener un negocio en la mejor ubicación y ante el público indicado.

Y dependiendo de la duración de tu tienda (recomendamos 20 días), puedes determinar un presupuesto flexible que se vea como una inversión en el crecimiento de tu negocio. Quizá de esta experiencia obtengas como retroalimentación que tus clientes compren en una tienda física y puedas comenzar hasta tu propia franquicia.

Rosa Salazar es social media manager en Altura Interactive y colabora en varios blogs sobre comercio electrónico, marketing y redes sociales. Puedes ponerte en contacto con ella en su Twitter.